El problema de guardar los mensajes en Facebook y las malas interpretaciones.

Siempre me a parecido curioso la cantidad de problemas que a traído - sobre todo a las parejas- el hecho de que Facebook guarde automáticamente las conversaciones. En cierto modo es una ayuda, así, si te pasaron algún dato, como un número de teléfono o una dirección, puedes regresar y revisar las veces que quieras. Hay muchos más beneficios (eso es claro); pero también, es algo que genera malos entendidos.

Existe un chico al que llamaremos Pepito. Pepito tiene su enamorada llamada Rosa, pero además Pepito tiene amigas con las que se conoce de mucho tiempo y con ellas puede hacer bromas de todo tipo, claro, porque los dos saben perfectamente que ésas, son solo bromas.

Pero, qué pasa si Rosa decide pedirle la contraseña a Pepito o, para poner más emoción a la historia, ella consigue entrar a la cuenta de este, y lo primero que hace, es ver las conversaciones, y claro encontrará muchas cosas "raras" lo que generará que comiencen los problemas.

Es posible que, en efecto Pepito haya estado siendo infiel a Rosa, pero también hay otra posibilidad, y esta es, que las conversaciones tengan doble significado o doble interpretación y todo salga mal.

Porque hay que ser honestos, si se saca de contexto algo, puede perder completamente su significado, incluso ser todo lo contrario de lo que se quería decir. Así que mi pregunta es: ¿de verdad vale la pena guardar las conversaciones en facebook? sobre todo si lo que hay ahí no tiene mucho valor, sí, ya sé que muchas personas les encanta re-leer las conversaciones que tuvieron con alguien especial, pero por qué dejarlas en facebook? podrían simplemente copiarlas a un archivo de texto y guardarlas en otro lugar (Lo mismo para los datos importantes).

Así que mi recomendación es no guardar conversaciones en facebook, si te da pereza eliminar los mensajes te recomiendo que leas "Eliminar los mensajes de Facebook con un solo clic."


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Esa voz, la que te dice que no lo hagas