Capitulo 1.
Su cuerpo se contorsionaba violentamente en el lecho, mientras un sudor frío recorría su frente.
Su respiración irregular y perturbadora cortaba el silencio.
La joven, de no más de dieciséis años, iba ataviada con un fino camisón blanco, y su cabello rubio caía sobre sus hombros empapados bajo aquel sudor. De pronto, el temblor producido por su cuerpo paró en seco, y el silencio inundo la habitación.
La suave luz producida por aquella luna de Octubre bañaba a la niña de una forma espectral, iluminando su rostro. No era la primera vez que le ocurría, esto era una simple repetición que turbaba el descanso de la chica. Aquella pesadilla, que parecía tan real...
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Narrado por Laia.
Esa oscuridad eterna me perseguía. Yo corría por ese camino infinito de sombras, que por mucho que yo intentase avanzar, no acababa.
Se burlaba de mi, me hacia sentir indefensa.
Ese manojo de oscuridad y maldad era sabedor de mis miedos mas profundos e íntimos. Lo sabia todo de mi, y yo veía en su rostro inexistente una razón para alejarme de él.
Frío. Uno de sus brazos se deslizo sobre mi, sujetándome suavemente, pero a la vez firme y fuerte, que helaba hasta la ultima de mis entrañas. Mi grito se ahogo a lo largo del camino, con mi ultimo suspiro. Sabia que era el fin, y que no despertaría.
Entonces, la extraña figura se estrechaba más a mi. Yo era lo que buscaba. Había conseguido lo que creía suyo. Yo. Sentí como mi cuerpo se fundía en su eterna oscuridad, y notaba como mi alma se apagaba.
De pronto, la bestia lanzó un aullido de dolor.
Sentí como la claridad volvió a mi. Entonces desperté.
T.
Olvida y Perdona
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